viernes, 18 de enero de 2008

La prensa nos acerca a quienes queremos

Una vez, hará unos seis meses, dije, vía sms, algo así como: "si no te hubiese conocido no me habría fijado en esta noticia"

Hoy me ha vuelto a pasar:

Quiero probar el "pa amb oli amb arengades " y un buen vaso de "mesclat". ¿Alguién me ayuda?

(en Diariodemallorca.com)

Pollença cumple con el rito de la ´davallada´ del Pi de Ternelles
El árbol entró en la Plaça Vella sobre las siete de la tarde, donde esperaba una gran multitud


J. FRAU. POLLENÇA. El pueblo de Pollença cumplió ayer una vez más con su rito ancestral de plantar el Pi de Ternelles en la Plaça Vella, una fiesta autóctona que no puede compararse a ninguna otra tradición de las que se celebran en el marco de las fiestas de Sant Antoni en la isla. Pollença vive con pasión, orgullo y, cómo no, mesclat, la davallada del Pi, valores que quedaron perfectamente demostrados a la vista de los centenares de personas que llenaron las calles de la localidad a media tarde con la intención de no perderse detalle de la entrada del pino a la Plaça Major y las maniobras que los jóvenes que lo transportan tienen que hacer para el árbol llegue a su destino y sea levantado después mediante un sistema de cuerdas y poleas en el centro de la Plaça Vella.
La larga jornada dedicada al Pi se inició sobre las once de la mañana en la Plaça de l´Almoina, después de la celebración de la Tradicional Colcada y las Beneïdes de Sant Antoni. Centenares de personas se concentraron para iniciar la lenta subida por el Camí de Ternelles en dirección a la zona donde, el pasado jueves, un grupo de ochenta pollencins había talado el árbol seleccionado, un pino de 20,5 metros de altura.

El buen ambiente y la fiesta eran las notas dominantes de la subida, amenizada con los sones clásicos de cercavila de los xeremiers. Como siempre, el mesclat, el licor estrella de las grandes celebraciones pollencines, contribuyó a elevar aún más el nivel de euforia de los participantes.

Como también marca la tradición, una vez llegados a la zona donde esperaba el pino, los presentes disfrutaron de una comida a base de pa amb oli amb arengades y vino en la finca de Ternelles. La idea es acumular energías para emprender el viaje de regreso hacia Pollença empujando el pino transportado sobre un carro. Después de la ruta por las calles y las clásicas paradas en los bares, eu Pi llegó a la Plaça Vella a las siete de la tarde. Como cada año, la gran multitud de gente dificultó las maniobras para entrar el árbol en la plaza. Casi una hora después fue levantado con la ayuda de las cuerdas y se colgó el cesto con el gallo en el interior, una tradición que se mantiene desde hace más de cien años, llegó el momento de los más valientes. El objetivo: desafiar al jabón y a la altura y coger el premio.

Estos romanos están locos .... :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que alguien te ayudaría con mucho gusto. Pero a cambio de las " arengades" y del "mesclat" te haría subir al pino para alcanzar el premio. Ya sabes, el que algo quiere...

Anónimo dijo...

Visca Pollença, visca sat antoni, i visca u pi de ternelles!
No se si tu has ido aluna vez, o solo lo cuentas, pero es la mejor fiesta despues de la patrona,,, recomiendo que vayas en persona y luego cuentas aver k tal,, visca Pollença!!