lunes, 28 de enero de 2008

De vuelta de BCN

Intentaré ser escueto; el viaje ha ido muy bien. Me he divertido y Apo se ha divertido.

Llegamos el sábado a primera hora, vamos en tren de cercanías (se gratis por cierto, gracias Sra. Ministra) hasta el hotel (la parada está al ladito, a 5 minutos), dejamos las maletas y empezamos a andar. Nos tomamos la primera caña y unos pinchos, vemos el barrio del Borne, subimos hasta la plaza de San Jaume, vamos hasta la plaza de la Catedral y subimos hasta Plaza Cataluña por el Portal del Angel.

Nos acercamos un momento para ver mi antiguo curro, entramos en el FNAC, bajamos las Ramblas, nos adentramos en el Raval hasta el MACBA, y de ahí vamos hasta el Mercat de la Boquería; la verdad es que es alucinante hay de todo y muy bien colocadito todo; nos pillamos un menú de un puesto japonés y nos lo comemos sentaditos en la Pza. Mayor. De ahí derechitos al hotel para descansar un poco (Apo no había dormido en toda la noche, pobre, le pegó un dolor de cabeza de dos pares, menos mal que salimos a la calle y con un poco de aire fresco se le pasó algo).

Salimos, digo, nos tomamos otro pincho con una birrita, paseamos y nos paramos en otro bar muy chulo, lleno de "parejas de guapos", de ahí subimos Gracia con el metro, cenamos en un sitio de picoteo y vamos a las fiestas de San Antoni que hacían por allí (curioso lo de ir hasta Bcn para ver Ball de Bot y fogañes).

Estamos cansados, así que decidimos irnos a dormir. Bajamos andando hasta que no podemos más, con taxi bajamos otro tramo y me pierdo, joder, que mal me supo. Al fin llegamos al hotel y dormimos hasta las 11 del domingo.

Dejamos las maletas en el hotel y vamos a pasear por el puerto, comemos, y seguimos por la playa hasta que de pura suerte entramos en un bar de puta madre. Una terraza con sofas alucinante. Nos quedamos allí hasta que se va el sol (estabamos en la gloria) y volvemos hasta el hotel, nos tomamos antes un café, y con las maletas vamos al aeropuerto con el tren.

(no, no fuimos a la Sagrada Familia; ya la teníamos muy vista ambos)

Así contado parece que no fué nada, pero la verdad es que andamos un montón, y disfrutamos mucho; yo por lo menos disfruté una barnaridad de estar con ella tanto tiempo.

Tengo ganas de hacer otra escapadita con Apo. Ahora se supone que nos vamos a poner muy en serio con nuestros trabajos, que no nos vamos a ver tanto entre semana para que nos cundan los días. Si es para bien, firmo ya.

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